La
librería encantada
Erase
una vez unos chicos de 11 años que empezaban un nuevo curso en en la
escuela. Sus madres habían ido antes al colegio a conocer al nuevo
maestro y a recoger la lista de los materiales que había que
comprar. En esa lista aparecían:
1.
bolígrafo azul y rojo
2.
pegamento
3.
goma de borrar
4.
carpeta archivador de anillas
5.
tijeras
Fernando,
Francisco y Guillermo cogieron sus bicicletas y se fueron a comprar
los materiales a la librería.
Por
el camino se encontraron a sus amigos que les invitaron a unas
granizadas de fresa que estaban muy frías y tenían un sabor dulce
como cuando te comes algodón dulce. Al llegar a la librería
entraron y había una señora mayor era muy pequeña y delgada, tenía
muchas arrugas y sus pelos eran blancos con canas. Esa señora daba
un poco de miedo porque se parecía a una bruja de las que salen en
los libros de miedo, que siempre nos cuentan nuestros abuelos. La
señora mayor les dijo:
-¿Queréis
subir arriba a jugar con otros niños o a colorear con ceras un
cuaderno de dibujos?
-Vale.
Respondieron con alegría.
Al
subir se encontraron con dos caminos uno tenía juguetes,pizarras,
libros para hacer deberes o para repasar inglés, matemáticas,
lengua o conocimiento del medio y había muchos cuadernos para hacer
problemas. El otro camino tenía muchas cuerdas que había que saltar
de una a otra y muchos fantasmas. Como a Francisco le gustaba mucho
la aventura se fueron por el segundo de los camino para saltar por
las cuerdas. Cuando llevaban un rato saltando de una cuerda a otra
entraron por una puerta, habían muchos monstruos y momias que los
perseguían. Ellos corrían porque estaban muy asustados y las momias
no paraban de perseguirles y ellos lloraban al tener mucho miedo
hasta que llegaron al final donde estaban sus padre y madres
esperándolos para darles un abrazo porque sabían que iban a coger
el segundo camino porque no les gustan los libros ni tampoco hacer
deberes. Sus padres les contaron que todo había sido una broma y que
esa librería era una juguetería. Esa vieja era su tía disfrazada,
Y que ella junto a su marido iban a abrir esa juguetería.
Desde
ese día Fernando, Francisco y Guillermo se portaron bien y empezaron
a leer libros y a hacer los deberes sin quejarse de que son muchos.